El gobierno de Donald Trump
acusó el jueves al líder venezolano Nicolás Maduro de narcoterrorismo por
coordinar actividades con la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) durante dos décadas y ofreció una recompensa
de 15 millones de dólares por su captura.
El fiscal general William Barr
anunció cuatro imputaciones contra Maduro y otros de sus funcionarios durante
una conferencia de prensa que ofreció en su despacho. Barr dijo que los cargos
anunciados el jueves elevan a 15 los funcionarios de Maduro imputados por la
justicia estadounidense por narcoterrorismo, corrupción y narcotráfico.
El anuncio de Barr no implica
designar a Venezuela como estado patrocinante de terrorismo, una lista en la
que están Corea del Norte, Irán, Sudán y Siria, como habían informado
erróneamente varios medios la mañana del jueves.
"Es un paso a la vez, no
tengo nada que decir sobre eso ahora mismo. Obviamente habrá consideraciones de
política exterior, pero no es el caso aquí", dijo el fiscal Barr cuando se
le preguntó si estaba en los planes del gobierno incluir a Caracas en esa
lista.
"El régimen de Maduro
está inundado de efectivo y criminalidad", dijo Barr, quien aseguró que el
gobierno de Maduro "traicionó al pueblo venezolano y corrompió sus
instituciones. Mientras el pueblo venezolano sufre, esta camarilla se llenó los
bolsillos. Esto ha llegado a su fin".
"El régimen de Maduro
deliberadamente se ha concentrado en Estados Unidos con FARC con la finalidad
de traficar cocaína a Estados Unidos. No estamos actuando como policía para el
planeta sino como policía para nosotros mismos, estamos protegiendo al pueblo
estadounidense", dijo al rechazar que Washington esté actuando como un
policía global.
Barr dio a conocer una
imputación de cuatro cargos en el distrito sur de Nueva York contra Maduro, el
jefe de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello
Rondón; el ex jefe de inteligencia militar, general Hugo Carvajal Barrios; y el
excomandante de la cuarta división blindada del Ejército, general Clíver Alcalá
Cordones.
Barr se refirió a este grupo
como el "Cartel de los Soles", en referencia a la insignia de un sol
que portan los altos oficiales de las fuerzas armadas venezolanas, y dijo que
coordinó con las FARC el tráfico de toneladas de cocaína, suninistró de
armamento a las FARC, coordinó con Honduras y otros países ese tráfico de
drogas, y solicitó que las FARC brindara entrenamiento a una milicia privada.
El Departamento de Estado
ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por información que permita el
arresto de Maduro y de 10 millones de dólares por la captura de los otros
funcionarios.
La segunda imputación dada a
conocer el jueves acusa en el Distrito de Columbia al ministro de Defensa,
general Vladimir Padrino López, de asociación ilícita para distribuir cocaína a
bordo de aeronaves resgistradas en Estados Unidos.
Una cuarta imputación
presentada el jueves acusa en el distrito sur de Nueva York al vicepresidente
económico Tareck El Aissami, al superintendente de criptomonedas (Sunacrip)
Joselit Ramírez, y al empresario Samark López de varios crímenes para evadir
sanciones contra ellos impuestas por el Departamento del Tesoro.
Al preguntarle si Estados
Unidos planea enviar un contingente militar a Venezuela o coordinar con
policías extranjeras para practicar los arrestos, Barr rehusó entrar en
detalles.
"Hay muchas opciones que
podemos intentar. Esperamos que el pueblo venezolano esté pronto en una
posición en la que puedan entregarnos a estas personas", indicó Barr.
La fiscal federal para el sur
de Florida, Ariana Fajardo, quien partici´pó en el anuncio vía conexión de
video dijo que la evidencia de corrupción en Venezuela estaba a plena vista en
el sur de Florida, como en la compra de condominios y yates de lujo. "Todo
esto se ha convertido en parte de nuestra sociedad. Esta fiesta está llegando a
su fin".
"Maduro
no es jefe de Estado"
La acusación de un jefe de
Estado en funcionamiento es muy inusual, pero como indicó Barr en la rueda de
prensa, "Estados Unidos no reconoce a Maduro como presidente de
Venezuela".
Estados Unidos y otros 60
países no reconocen a Maduro como presidente de Venezuela por considerar
fraudulenta su reelección en 2018 y ven al líder opositor Juan Guaidó como el
líder interino de la nación sudamericana.
Pero el desconomiento a Maduro
no es la postura mayoritaria entre los cerca de 200 países que integran la
Organización de Naciones Unidas. Naciones de gran influencia como China y Rusia
no reconocen a Guaidó, lo cual ha impedido a organismos multilaterales como el
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial a adoptar esa postura
formalmente.
Los cuerpos de seguridad
venezolanos permanecen leales a Maduro, por lo que ha logrado conservar el
control sobre el territorio venezolano y sus fronteras.
Un precedente similar en la
región fue cuando en 1988 los fiscales federales de Miami acusaron al general
panameño Manuel Noriega por cargos de narcotráfico. No era jefe de estado,
aunque manejaba el poder desde la Comandancia de las Fuerzas Armadas. Noriega
fue capturado en enero de 1990 durante la invasión militar de Panamá y luego
fue declarado culpable al final de un juicio. Falleció en Miami en 2017.
El senador Marco Rubio anuncia
que EEUU planea más sanciones en contra de Venezuela
El año pasado Estados Unidos
congeló los bienes venezolanos en Estados Unidos y anunció sanciones a la
empresa estatal de petróleo PDVSA. La administración Trump retiró el
reconocimiento oficial a Maduro como presidente de Venezuela y respaldó
formalmente al líder de la oposición, Juan Guaidó, como gobernante legítimo de
la nación.
La economía de Venezuela se ha
derrumbado durante el mandato de Maduro, provocando el éxodo de al menos cinco
millones de venezolanos.
El Departamento de Justicia ya
ha presentado varios casos de corrupción contra altos funcionarios del gobierno
venezolano, incluido el ex Tesorero Nacional, Alejandro Andrade; ejecutivos de
PDVSA y empresarios, algunos con propreidades lujosas en Estados Unidos.
La
crisis del coronavirus
Cuando se le preguntó sobre la
oportunidad del anuncio, dado el brote de covid-19, Barr dijo que la acusación
había estado "en proceso durante mucho tiempo. Podríamos haber ido un poco
antes". Agregó: "Es hora de denunciar a este régimen por lo que
es".
Barr fue más allá y dijo que
pensaba que "este es un buen momento porque el pueblo de Venezuela está
sufriendo ... La mejor manera en que podemos ayudar al país en este momento es
librar al país de esta camarilla corrupta".
Algunos funcionarios
extranjeros y grupos de derechos humanos han pedido a la administración Trump
que alivie las sanciones económicas por considerar que podrían contribuir a la
pandemia de coronavirus.
La idea ha ganado el apoyo de
destacados izquierdistas en los Estados Unidos, incluido el candidato
presidencial demócrata Bernie Sanders.
"Es absolutamente
desmesurado mantener las sanciones en este momento", dijo a AP Jeffrey
Sachs, director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de
Columbia. "La única cosa moral, sensata y legal que se puede hacer es
detener la locura que está paralizando los sistemas de salud de otros
países", agregó.
Las compañías estadounidenses
enfrentan desde hace casi dos años una prohibición de hacer negocios con
Venezuela después de que la administración Trump lanzó una campaña para
destituir a Maduro por corrupción pública masiva y acusaciones de fraude en su
reelección de 2018.
Las autoridades
estadounidenses han hecho a un lado las críticas, diciendo que las sanciones
permiten la entrega de alimentos y medicinas. Pero la mayoría de los expertos
dicen que las sanciones tienen el efecto de crear gran desconfianza en las
empresas occidentales para continuar haciendo negocios el gobierno de Maduro.
Venezuela ha reportado hasta
el momento 106 casos de coronavuris sin fatalidades. Pero las autoridades
colombianas han advertido de una crisis de salud pública si los venezolanos
enfermos huyen del colapso del sistema de salud del país para buscar
tratamiento en su país.